Después de andar saltando entre varias distribuidoras, nuestro Hobbit-Sith Lord-Simio favorito, Andy Serkis, debuta con su primera película exclusiva para Netflix: Mowgli – La Leyenda de la Selva (O Relatos del Libro de la Selva, porque si no te ponen el nombre que ya conoces pues no la vas a ver). ¿Vale la pena volver a ver otro remake de la novela de Kipling? ¡Aquí te contamos!
Luego de algunos baches en el camino, por fin se estrenó otra versión del clásico Libro de la Selva, esta vez desde la mirada de uno de los actores más innovadores y menos reconocidos de nuestra era: Andy Serkis.
Quizás lo recuerdes por increíbles actuaciones como Smeagol/Gollum, en el Señor de los Anillos o César en El Planeta de Los Simios e incluso más recientemente como Snoke, en las polémicas películas de la nueva trilogía de Star Wars, pero en esta ocasión debuta como director en la que podría ser la versión más oscura del cuento hasta ahora.
Lo Bueno
Serkis y su guionista Callie Kloves (que también debuta en esta película) decidieron tomar una perspectiva más oscura para este cuento: De entrada te presentan con un Baby Mowgli (tururu turu) cubierto de la sangre de sus padres. Los modelos de los animales también se sienten más crudos que en su equivalente de Disney, con un Baloo con cicatrices, con el pelaje enmarañado y en general más deteriorado que las alegres versiones de él que conocíamos, se le ve mucho más gruñón y severo y, por supuesto, sin ningún número musical sobre Mamá Naturaleza. Otro ejemplo es Bagheera, que en esta versión toma el rol más paternal hacia Mowgli, también como líder de los animales de la Selva (sorry, Akela), pero no deja de lado su rudeza.
Entre el elenco también tenemos a grandes actores: Serkis es Baloo, Christian Bale es Bagheera, Kate Blanchet interpreta a Kaa, la serpiente gigante que aún en esta versión no ha perdido sus propiedades psíquicas y probablemente ofrece la escena más visualmente elaborada de toda la película; Benedict Cumberbatch le da voz y rostro a un Shere Khan que de pronto se siente como Smaug, pero mucho más sádico y Naomi Harris interpreta a Nisha, la mamá lobo que realmente no figura mucho en la trama.
El gran ausente de la historia es el Rey Louie, el Rey de los monos, que es omitido completamente, dejando a toda la banda de simios como ayudantes de Shere Kahn nada más.
Más allá de la trama básica de Libro de la Selva, esta película le da mucho enfoque a la relación que tiene Mowgli con la manada de lobos, la problemática social que despierta tener a un humano viviendo entre la selva, el capricho obsesivo del tigre por terminar de comerse a toda la familia (aunque le cueste como 10 años de espera) y si proteger al cachorro de hombre justifica poner en riesgo a toda la manada.
Lo que logra Serkis es un producto más o menos consistente con una narrativa que te va llevando hasta el final adecuadamente, aunque no consigue innovar realmente con una historia que todos conocemos y que además, sigue fresca en la memoria gracias a los remakes de Disney. La primera mitad de la película va de la mano con lo que ya conocemos: La historia, en su raíz, es básicamente la misma que vimos hace 2 años con el remake Live Action de Disney: Mowgli, el cachorro de hombre, queda huérfano por la maldad de Shere-Kahn y gracias a la insistencia (y colmillos) de Bagheera, es adoptado en una manada de lobos, es rechazado por la manada de lobos y perseguido por un Shere-Kahn que reaparece como 10 años después y todavía se muere por chuparle sus huesitos. Pero una vez que llegamos a esto, la película toma camino hacia explorar la relación de Mowgli con los humanos, que podría ser lo más interesante, pero fuera de introducir al otro villano y darle un baño al niño por primera vez en su vida, no agrega mucho a la historia.
Lo que si resulta increíble es la fotografía y la dirección de cámaras. Tenemos hermosas escenas de la selva y panoramas amplios que le dan escala a lo que estás viviendo en la historia, hay momentos donde el encuadre de los protagonistas elevan la película a un nivel verdaderamente épico (aunque a los 5 minutos regreses a ver a Shere-batch hacer bizcos y se caiga la ilusión).
Lo Feo.
La animación es algo que ha recibido mucha crítica y hay razones para ello, pero no muchas. La ambientación, escenarios y efectos especiales está a la par de lo que esperamos en esta época e incluso los modelos de los animales se ven bastante bien. El problema son las caras. No sé si fue una decisión creativa o una limitación técnica, pero a menudo parece que los rostros de los personajes animados salieron de un filtro de Snapchat de perrito. Con esto me refiero a que puedes ver al actor detrás del personaje, particularmente con Benedict, que al estirar sus rasgos faciales a la carota de Shere Khan, a veces más que intimidar da risa y parece que es un feroz tigre gigante… con estrabismo.
Lo Malo
Una de las críticas que yo le daría es que al querer abarcar 2 arcos en una sola película (Bebé Mowgli y Mowgli con los humanos) las cosas se sienten aceleradas a veces y le quita protagonismo a otros personajes que no son los 3 principales.
También critico la inclusión de un lobo albino, débil y deforme que Serkis intenta usar como reflejo de la no pertenencia de Mowgli en la manada y como SPOILER al final.
Finalmente, la solución al conflicto al contar su historia usualmente depende de un «Deus-Ex-Animal» que llega en el momento exacto. Esto pasa al menos 3 veces en la película y cuando lo usan para resolver el final, se siente como una decisión floja que frena el impulso que llevaba la película en vez de ser el acto heroico que pretende.
Conclusión
Es un acierto que Serkis se haya ido por el lado de Netflix para distribuir su ópera prima. Si bien la película en general resulta disfrutable, estoy seguro que se habría llevado un (peor) latigazo intenso de críticas y negatividad si además costara un boleto de cine, porque no llega a sentirse como una gran película y raya más bien en lo «bueno a secas«. La crítica le está dando un 6 de calificación, yo le doy un 7.5 porque nunca quise agarrar el control y cambiarle, pero si terminé revisando el celular en sus momentos más lentos.
Mi recomendación: Agarra un bote grande de palomitas, al niño pre adolescente que tengas a la mano y trata de que los ojos chuecos de Cumbertiger no te distraigan demasiado por poquito más de hora y media.
FLOOX 